El Sacramento de la Reconciliación. El camino hacia la Conversión

Con gusto ofrecemos esta corta catequesis sobre el sacramento de la Reconciliación. Lo publicaremos por partes.


1-. El camino hacia la Conversión.

"No necesitan médico los sanos, sino los enfermos" (Mc 2,17)

El sacramento de la Reconciliación (o de la penitencia) es un paso necesario hacia la conversión. Somos un proyecto y siempre podremos ser mejores. Con nuestro esfuerzo y con la ayuda de la gracia divina lo iremos logrando poco a poco.

Utilizar el sacramento como paso previo para comulgar o como el momento para descargar y tranquilizar la conciencia, son prácticas frecuentes y hasta necesarias, sin embargo, quedarnos ahí es desconocer su verdadera naturaleza que es la conversión.

¿Cada cuánto tiempo debemos acercarnos al sacramento de la reconciliación? Cada vez que sea realmente necesario. Como sucede con nuestras visitas al médico: no vamos para curarnos una gripa leve sino para tratar afecciones graves. Para los pecado "veniales" está el acto penitencial de la eucaristía. Al sacramento llevamos los pecados "graves y mortales" o capitales (lujuria, pereza, gula ira, envidia, avaricia, soberbia).

2-. Examen de conciencia.

El ser humano no es una isla en el mundo. Estamos en constante relación con el prójimo, con la creación, con nosotros mismos y con el totalmente Otro -Dios-. Esas relaciones debemos revisarlas cuando nos acercamos al sacramento de la reconciliación.

No se trata de hacer un recuento pormenorizado de nuestros pecados, sino de lo esencial, de aquellas actitudes o actos que han roto o han dejado maltrechas esas relaciones. Dios conoce todo eso. Lo importante es el arrepentimiento y la decisión sincera de no volverlo a repetir. La mirada principal no es hacia el pasado, sino hacia el futuro. "De los errores, dice el adagio popular, se aprende". Ese es el objetivo. Debemos evitar, por lo tanto, " las confesiones generales de toda la vida", repitiendo pecados que ya hemos confesado en otras ocasiones. Es muy importante confiar en el perdón de Dios. Lo pasado ya fue perdonado.

I. Relaciones con Dios.

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón" (Lc 10,27)

¿Dios ocupa el primer lugar en mi vida, en mi corazón o los ídolos de este mundo (dinero, poder, sexo fama) lo han desplazado a lugares secundarios? ¿Me preocupo por cumplir su voluntad, consignada en su Palabra? ¿Le agradezco diariamente los beneficios que recibo de Él constantemente? ¿Estoy en comunión con Dios siempre o sólo acudo a Él cuando tengo dificultades? ¿Participo en la vida comunitaria de la Iglesia (celebraciones eucarísticas, grupos, pequeñas comunidades, ministerios, peregrinaciones, marchas...)? ¿Confío en Dios o busco apoyo en adivinos, agüeros y supersticiones? ¿Me esfuerzo por comportarme como verdadero hijo suyo?


II. Relaciones con el prójimo

III. Relaciones conmigo mismo

IV. Relaciones con la Creación

V. Pecados de omisión


3-. Las condiciones del Perdón


4-. Medios para perseverar