Domingo 26 de junio

Primera lectura

Lectura del libro primero de los Reyes 19, 16b. 19-21

En aquellos días, el Señor dijo a Elías en el monte Horeb: «Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo se Safat, de Abel Mejolá».

Partió Elías de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, quien se hallaba arando. Frente a él tenía doce yuntas; él estaba con la duodécima. Pasó Elías a su lado y le echó su manto encima.

Entonces Eliseo abandonó los bueyes y echó a correr tras Elías, diciendo: «Déjame ir a despedir a mi padre y a mi madre y te seguiré».

Elías le respondió: «Anda y vuélvete, pues ¿qué te he hecho?».

Eliseo volvió atrás, tomó la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio. Con el yugo de los bueyes asó la carne y la entregó al pueblo para que comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10. 11

R. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,

mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,

hasta de noche me instruye internamente.

Tengo siempre presente al Señor,

con él a mi derecha no vacilaré R/.

Por eso se me alegra el corazón,

se gozan mis entrañas,

y mi carne descansa esperanzada.

Porque no me abandonarás en la región de los muertos

ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,

me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 5, 1. 13-18

Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.

Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor.

Porque toda la ley se concentra en esta frase: «amarás al prójimo como a ti mismo». Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente.

Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne.

Hay entre ellos un antagonismo tal, que no hacéis lo que quisierais. Pero si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley.

Palabra de Dios.

Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 51-62

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos? Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

Mientras iban de camino, le dijo uno: Te seguiré adonde vayas.

Jesús le respondió: Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.

A otro le dijo: Sígueme.

El respondió: Déjame primero ir a enterrar a mi padre.

Le contestó: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.

Otro le dijo: Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.

Jesús le contestó: El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.

Palabra del Señor.

Comentario bíblico

P. Jesús Ortiz

Misionero Redentorista

Discípulos de Jesús 

Una vez más nos corresponde leer un pasaje del Evangelio según San Lucas: 9,51-62. Se halla en la sesión del Evangelio titulada: El seguimiento de los discípulos: Lc 9,51-10,42. Tiene dos partes que se dividen por su temática, sin embargo, las une el contexto del camino que lleva a Jesús y a sus seguidores a Jerusalén.

Primera parte (Lc 9,51-56): Los mensajeros de Jesús son rechazados por samaritanos. El episodio tiene esta secuencia narrativa

  • Una introducción (v.1). Se da a conocer el inicio del viaje de Jesús a Jerusalén.
  • El rechazo de los samaritanos (vv.52-53).
  • La reacción agresiva de Santiago y Juan (vv. 54-55).
  • Conclusión (v.56). El narrador cierra este momento indicando que se fueron a otra aldea.

Jesús con su actitud frente al rechazo de los samaritanos nos enseña a no condenar a las personas que piensan diferente. De este modo nos invita a practicar la misericordia como ya lo había dicho en Lc 6,36: “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso”.

Este mensaje es apropiado para este tiempo que vive Colombia a nivel político, donde algunos celebran el triunfo de su candidato y otros se angustian por la incertidumbre del futuro de Colombia.

Ser misericordiosos en este contexto significa buscar la unidad de nuestro país que ha sido dividido por muchas personas, entre ellas los mismos políticos y sus seguidores. Es el momento para apoyar el cambio desde nuestro compromiso que tenemos con Dios, con la Iglesia y con la sociedad en general. Es la oportunidad de ser profetas y testigos, de manera que estemos abiertos a la esperanza de un futuro mejor, pero atentos a denunciar las iniciativas que van en contra de la dignidad del ser humano. Esta invitación es para todos, los alegres y los preocupados.

Segunda parte (Lc 9,57-62): El narrador menciona de nuevo el camino para retomar el tema del viaje de Jesús hacia Jerusalén.  En estos versículos se exponen algunas exigencias para el seguimiento de Jesús. Tiene tres momentos:

  • Alguien manifiesta su deseo de seguir a Jesús. Pero, Jesús le habla de la renuncia (vv.57-58).
  • Jesús invita a alguien a seguirlo diciéndole: “Sígueme”. Pero, él quiere primero enterrar a su padre (vv.59-60).
  • Otro quiere seguirlo, pero antes desea ir a despedirse de su familia (vv.61-62).

Córdula Langner (2008), comenta:

En nuestro texto queda pendiente si alguna de las tres personas siguió a Jesús. Así Lucas da a entender que aquí no importa tanto el hecho del seguimiento, sino los motivos para seguir a Jesús. Estos encuentros ejemplares son modelos abiertos para los lectores, que deben reflexionar sobre sus motivos: por qué –o por qué todavía no– siguen a Jesús (p.147).

Lucas nos invita a fortalecer el seguimiento de Cristo, a partir de aquellas motivaciones que tuvimos en cuenta cuando escuchamos la voz del Maestro y decidimos emprender el camino junto a él, sin mirar atrás.

Probablemente las exigencias o las renuncias que hoy presenta el seguir a Cristo son diferentes a las que nos enseña el Evangelio. Sin embargo, la persona y el mensaje de Jesús son los mismos. Por eso, superemos el odio, la división, el miedo y todos los demás obstáculos que nos impiden ser discípulos de Jesús de Nazaret.  

Bibliografía

Córdula Langner (2008). Evangelio de Lucas. Hechos de los apóstoles. Navarra España, Verbo Divino.